Sin duda, uno de los más grandes logros que ha tenido el Laboratorio de Zooarqueología de la Carrera de Arqueología en la Universidad Mayor de San Andrés, se resume en el libro “Investigación de fauna prehispánica de sitios arqueológicos de Bolivia”, un trabajo que conllevó tres años de investigación y que congrega información de los sitios arqueológicos de Markanasa, Kallamarka, Cantapa y Achocalla en el departamento de La Paz e incluyéndose también el de Pampa Aullagas en el departamento de Oruro.
Los autores que son cuatro, exponen y describen las investigaciones de estos sitios sobre los restos arqueofaunísticos en cinco capítulos, la edición estuvo a cargo de Plural editores y fue impreso el 2016. Los autores a los que nos referimos son: Velia Verónica Mendoza España, Mijael Franz Lahor Sillerico, María Salomé Cruz Flores y Alejandra Angélica Aramayo.
Aspectos relevantes:
El libro se enfoca en el desarrollo y manejo de la fauna en los ámbitos económico, sociocultural y ambiental por las sociedades prehispánicas de los períodos Arcaico, Formativo y Tiwanaku en los sitios arqueológicos de Markanasa, Cantapa, Achocalla y Pampa Aullagas (1400 a.C. -1100 d.C.)
El estudio se basa en una comparación de los materiales de estos sitios efectuados en el Laboratorio de Zoarqueología, además de la conformación de colecciones de referencia y la creación de una base de datos con esta información, el libro lo resalta enérgicamente, ya que no se cuenta con colecciones de referencia arqueológica en el campo, al menos con la seriedad que conlleva aquello en nuestro país.
La metodología recae en la limpieza de los restos arqueofaunísticos, ensamblaje, codificación, identificación anatómica, taxonómica, determinación de la edad, sexo, determinación del NISP (Número de Especímenes Identificados por Taxón) y el MNI (Número mínimo de individuos), osteometría, modificaciones naturales, modificaciones antrópicas, meteorización, termoalteraciones y paleopatologías.
Los resultados más relevantes quizá lo encontramos en el capítulo II del libro, la “Caracterización social del asentamiento Tiwanaku Ach-10 a través del uso y consumo de fauna (Achocalla, La Paz), ya que se concluye que este sitio es un asentamiento residencial periférico de menor tamaño que los ya ubicados en el altiplano, con patrones típicos Tiwanaku. Los camélidos domesticados son la fuente principal de consumo, seguido de aves, peces, cérvidos y roedores. La forma en que estos camélidos son preparados difiere, ya sea en sopas, guisos, asados y crudos (el llamado charqui, la carne deshidratada). Los artefactos de hueso hallados refieren haber sido usados para curtir pieles, de ornamentos y en forma ritual, así también en actividades agrícolas, como también en la elaboración de cerámica. Además se menciona que en este sitio se dedicaban a la crianza de perros y que el entierro humano que se encontró se hallaba bajo los cimientos de las viviendas.
Otro punto interesante es la investigación en el sitio de Markanasa ubicado en el Municipio de Charaña, provincia Pacajes. El análisis centra su mirada en el recurso faunístico, en este caso de los cazadores recolectores, lo cual resulta en el aprovechamiento de camélidos adultos, jóvenes y neonatos. Su estudio revela que las partes preferidas de consumo fueron huesos largos y costillas, expuestas directamente al fuego. Se halló que el consumo de peces era también parte importante de la dieta, así el Tricomycterus rivulatus se obtenía de los ríos cercanos, aunque en la actualidad esta especie está extinta. Algo que también se resalta, es el consumo de camélidos jóvenes en el Arcaico terminal muy al contrario del Arcaico, que centró su consumo en camélidos adultos.
Las investigaciones zooarqueológicas en los sitios de Pampa Aullagas y Kantapa para el momento en el que el libro fue publicado, aún estaban en proceso, ya que son parte de tesis de licenciatura de dos de los autores, nos referimos a María Salomé Cruz Flores y Mijael Franz Lahor Sillerico y por lo tanto sólo se halla la descripción de los hallazgos (cosa en la que podrían profundizar nuestros lectores en el libro, disponible en el mismo laboratorio para su difusión).
A decir, la lectura de este libro fue de la más relajante, contiene varias fotos a color, gráficos y referencias bibliográficas para su consulta y se ha posicionado como un referente por el gran aporte sobre estudios arqueofaunísticos en nuestro medio, ya que además de la información, las colecciones de estos sitios se pueden consultar y ver, si así lo requiera la práctica arqueológica, en el mismo laboratorio, ubicado en la Carrera de Arqueología, Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Mayor de San Andrés. Por otra parte, aunque se tienen aportes destacados, como en el caso del estudio de los sitios de Achocalla y Markanasa, aun así nos quedamos con sabor a poco, esperando el resultado completo de los estudios efectuados en Kantapa y Pampa Aullagas. Sin embargo, el trabajo que presentan es sólo una invitación para leer las tesis de éstos investigadores, que supone una inversión de tres años de ardua dedicación.
Autora: Jhaneth Ramos Ponce